Una de las cosas que jamás lograré entender de nuestro país es la capacidad que tenemos para pasar de la euforia a la decepción más absoluta. Y no, no estoy hablando de la selección española de fútbol, sino del Festival de Eurovisión. Sólo tenemos que empezar el recorrido en el año 2002 y acabar este año para ver como pasamos de un estado a otro cíclicamente.
Los sufridos eurofans habíamos tenido el año más alegre en 2001 cuando David Civera nos situó en un honroso sexto puesto. Ese año - y todavía no lo entiendo - se llevó el gato al agua Estonia con un tema al que todavía no me he acostumbrado titulado "Everybody" de T. Padar, D. BentonXL & 2. Y no, para los que me conocéis, no ganó mi musa Helena Paparizou que entonces quedó tercera con el afamado tema "Die for you" formando parte en el dúo Antique junto a Nikos.
Hasta ese 2001 nada de nada. Serafín Zubiri por segunda vez nos hundía en el pozo y no porque lo hiciera mal sino porque no era el tema adecuado. Peor fue en 1999 con Lydia que nos dio la victoria por la cola y, lo que es peor, en vez de hablarse de su tema "No quiero escuchar" se habló de su "original vestido" diseñado por Ágatha Ruiz de la Prada. Un sólo punto cosechó de Croacia y gracias. Ya veníamos acostumbrados también de 1998 cuando Mikel Herzog quedó en el puesto 16 con un tema que pasó con más pena que gloria.
Como veis los eurofans estábamos con el ánimo hundido y buscando otras alternativas para consolarnos.
En esto estábamos cuando RTVE se sacó de la chistera el programa "Operación Triunfo" y de ahí surgió Rosa de España. Sí, esa chica tímida y con un chorro de voz que deslumbraba. Supo ganarse a todo el país y se creó un fenómeno desconocido desde los años 70. Que una parte considerable de la población se pegará al televisor para ver a nuestra Rosa. Somos tan altivos que no sólo creíamos ganar por goleada sino que osamos despreciar los temas de otros países sin ni siquiera escucharlos. A todo ello contribuyó, inconscientemente, con sus comentarios el presentador Carlos Lozano que ensalzaba a sus chicos de OT e ignoraba que había otros 23 países en liza. Y, sí. Como suele ocurrir en Eurovisión saltó la sorpresa. Ganó Marija Naumova y nadie contaba con ella. Rosa quedó en un honroso séptimo puesto que supo a decepción. ¡Qué injusta es Europa! ¡Todo politiqueo!. Pero qué lección de humildad nos dieron. Ese año me gustaron especialmente Malta con Ira Losco y su tema "Seventh Wonder", Estonia con Sahlene y su "Runaway", Chipre con los chicos ONE y "Gimme" sin olvidar las representaciones de Suecia (Afrodite) o Turquía (Grup Safir).
"Europe's living a celebration" se convirtió en un himno de solidaridad europea y el optimismo desbordaba los medios de comunicación. Sí, esos mismos medios que despreciaron hasta ese momento el Festival.
Así llegamos a 2003 con otra chica procedente de la factoría OT. Hablamos de la tan odiada como admirada Beth. Podéis leer la controversia que se ha generado en torno a ella leyendo opiniones varias en cartas al director de la web eurovisión-spain. Ese año bajamos un peldaño en la clasificación final. Octavo puesto con "Dime". Un tema que personalmente me gustó pero que Beth interpretó a disgusto según palabras de ella misma. Eso unido a su carácter especial y a los continuos desafines que cometió durante la actuación significaron el principio de su fin. Incluso José Luis Uribarri comentaba este año pasado sus "impresiones" sobre Beth y no precisamente positivas. Mi opinión es que si Beth no estaba a gusto podía haber renunciado a representar a España en Eurovisión en favor de Ainhoa u otro compañero. El tercer puesto de OT le daba derecho a optar a ir al festival pero ella sabía que podía ser un tema de su tipo como no. Hay que ser consecuentes con las decisiones que se toman.
En 2004 volvimos a bajar dos peldaños más hasta el lugar décimo con Ramón, también de la factoría de OT, quién interpretó el tema "Para llenarme de ti". Salvó la actuación actuando en primer lugar pero no pudo con temas como Ucrania que fue la vencedora con Ruslana y "Wild Dances" o la excelente Serbia & Montenegro con Zeljko Joksimovic y su "Lane Moje".
En 2005, TVE optó por una preselección light donde el éxito más sonado fue el de Las Supremas de Móstoles, tres marujas posmodernas que dejaron a las Son de Sol en un segundo plano. La canción "Brujería" no embrujó precisamente a Europa y nos condenaron al puesto 23. Curiosamente el Big Four copó las cuatro últimas posiciones.
Cuando las cosas van mal siempre pueden ir peor. Eso es lo que ha ocurrido en 2006. Las glamurosas y creídas Ketchup se "lucieron" con su "Blody Marie". Repetimos puesto y empeoramos la puntuación final. La actuación no fue nada buena. La coreografía fue para olvidar. El vestuario para llorar.
Y así, llegamos a 2007. El año de la esperanza. El año en que Massiel nos devuelve la ilusión mediante pequeños anuncios en televisión presentando el programa Misión Eurovisión. Un nuevo concepto de preselección que no sabemos cómo va a funcionar. Los precedentes no nos invitan a ser optimistas pero, ¿quién sabe?. Quizás invirtamos la tendencia y empezamos a subir puestos en la clasificación de este año. ¿Nos darán la alegría de poder hablar de Madrid 2008?. Massiel, por tu padre, mueve tus hilos, invoca el espíritu del 68. Queremos que gane España. Pero antes de que pasemos a mejor vida. ¿Será posible antes de 2068?
2 comentarios:
Hola, está muy bien tu articulo sobre los últimos años en eurovisión aunque si me permites, tienes dos errores, Beth quedó en la pocisión 8 y Ramón 10 ;)
MADRID2007! aver si triunfamos!:D
Gracias Adrián por tus observaciones. Corregido queda pues.
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